Bvlgari y Roma en el Thyssen
El sábado por la tarde tuve la oportunidad de visitar la exposición de Bvlgari y Roma en el Thyssen, y la verdad es que la disfruté bastante. Como ya pasara con la exposición que hicieron de Cartier, ver las joyas montadas tan bonitas, tan brillantes, y resaltando tanto sobre el fondo negro, es una auténtica pasada.
En esta exposición, se muestra la evolución de la firma desde su creación, hace más de 130 años, no sólo con joyas, sino con obras de arte y fotografías que ponen de manifiesto la estrecha relación entre la ciudad de Roma - fuente de inspiración de muchos de sus diseños - y Bvlgari.
La exposición nos da la bienvenida con un mapa del centro de Roma, fotografías de los fundadores y de la primera tienda que abrió en 1884 en la capital. Tímidas, se asoman las primeras joyas de la firma en plata y con las monedas como protagonistas. Durante todo el s.XIX, debido a todos los descubrimientos arqueológicos que se estaban haciendo, las monedas y piezas de este tipo se convirtieron en objetos muy preciados.
El Capitolio es una de las 7 colinas sobre las que se fundó la ciudad de Roma. Siglos más tarde, Miguel Ángel Buanorroti diseñó los palacios y el suelo que más tarde inspirarían a Bvlgari a crear un par de broches y un collar que se convertirían en emblemáticos, al ser lucidos con frecuencia por su dueña, una de las actrices predilectas de Italia: Anna Magnani.
Durante el s.XVII la elipsis empezó a sustituir a la esfera en las creaciones arquitectónicas y esculturales de la ciudad de Roma, figuras que durante las décadas de los 70 y 80 Bulgaru adoptó en sus creaciones para resaltar las tallas de muchas de sus joyas, creando intrincadas combinaciones de piedras en diferentes colores.
Durante toda la exposición hay piezas realmente impresionantes. Os invito a que las veáis todas en el álbum de mi página de Facebook, porque realmente merece la pena que os entretengáis a disfrutar de ellas, incluso cuando las fotos no les hacen justicia. Entre ellas, el espectacular collar de zafiros y diamantes de Liz Taylor que veis en la foto siguiente, una de las donaciones de la exposición.
Por supuesto, y como no podría ser de otra forma, las clásicas serpientes de Bvlgari también tienen su hueco. En la década de los 60 aparecieron los primeros modelos Serpenti, con interpretaciones más realistas de las serpientes. Se simulaban sus escamas con piezas poligonales de esmalte o diamantes, todo muy colorido y llamativo. Había pulseras, collares e incluso relojes.
Como os decía, os invito a disfrutar del resto de fotografías que tomé en la exposición en este album de Chez Agnes en Facebook.
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