Visitas con glamour...

Esta mañana, una servidora tenía una cita muy especial. Una cita con SAR El Príncipe de Asturias... qué, ¿cómo se os queda el cuerpo?

La verdad es que estaba más contenta que unas castañuelas, para qué lo vamos a negar, y la audiencia no ha desmerecido para nada mis expectativas, sino más bien todo lo contrario. Resulta que Don Felipe es un tipo genial, encantador y con mucho sentido del humor.

En fin... que nos hemos ido para allá remonos todos en busete, camino de la Zarzuela para conocer al Príncipe. Una vez allí, y previa explicación breve sobre el protocolo, hemos sido recibidos por su Alteza. Primero nos ha dado la mano a todos... ha sido super curioso, porque en el directo, el chico es aaaaalto, altísimo, y mucho mucho más delgadito que en la televisión. Tiene además, unos ojos que quitan el sentío y una sonrisa preciosa. El tío gana en las distancias cortas, definitivamente.

Luego ha llegado el momento de la foto oficialísima. A falta de que mi tía la Protocolaria haga sus gestiones y me la consiga en HD, os cuelgo la que han puesto en Casa Real, para ir abriendo boca. Yo estoy a la derecha del Príncipe, justo al lado de una chavala rubia. Inicialmente yo ocupaba su puesto, pero el Príncipe me tapaba, y éste, al darse cuenta, me ha sugerido divertido que, o nos movíamos un poquiño los dos, o acabaría por taparme, que era muy pequeñita. No he podido sino reírme. "Alteza" le he dicho "es que usted es muy alto". Ése ha sido el momento en que el chico se ha dado cuenta que todo lo que le rodeaa eran mujeres, hecho que no ha dudado en resltar, divertido, diciendo que se encontraba muy bien acompañado entre tantas chicas guapas, que Leti se iba a poner celosa. Ahí hemos estallado en carcajadas.



Luego ha llegado el momento de los discursos (el Vicerrector se ha pasado un poquito, el hombre) y del coloquio, que ha sido la mar de divertido. El Príncipe se ha interesado por nuestras experiencias por los cursos, nos ha hecho muchas preguntas, ha contestado a las nuestras, y ha sido la mar de espontáneo. Sobre todo cuando le hemos hecho los regalos, un montón de mini camisetas de las distintas universidades a las que hemos asisitido para sus niñas, y un polo para él. Con las de Georgetown (de donde él no sólo es antiguo alumno, sino embajador en España) se ha reído más, cuando nos ha comentado que ahora podría ir a juego con sus bniñas con la que le regalaron el año pasado de "I'm a Georgetown Dad". Aquí, babeo general de las niñas.

Yo, casi al final (tanto que estaban todos a punto de irse, y de no ser por el Príncipe, que ha dicho que yo llevaba un ratito intentando decir algo, me voy de allí sin nada), le he comentado nuestra iniciativa del Club, que le ha encantado y por la que se ha mostrado altamente interesado. "Agnes, espero me mentengas informado de vuestros avances" me ha dicho. Y yo, muerta de nervios pero más contenta que unas castañuelas.

En fin, que entre este hecho y un par de cosillas más que me reservo para mí, mi día ha sido redondo.



Un besito

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