No entiendo y otras reflexiones

No entiendo…

No entiendo muchas de las cosas que suceden a mi alrededor, algunas especialmente… aunque supongo que os pasa a muchos. No entiendo el por qué de determinadas actitudes, de ciertos “amores”, de muchos sí cuando en realidad es no… Pero… ¡alegría! No quiero que éste, mi blog, se convierta en dedo acusador o foro de críticas gratuitas…

Ahora que lo pienso, tampoco entiendo mi situación, pero eso… es otra historia.

Hoy me he pasado la mañana entera en la biblioteca echando codos para el examen de D. Comercial que tenía a la hora Coca Cola light entre penosas transparencias, pequeñas confesiones from time to time con Belle y alguna mirada de reojo al chico que me encanta del B… en diagonal lo tenía, nada más y nada menos, toda una ventaja para la concentración… no os vayáis a pensar, no es que sea pivón ni mucho menos, pero algo tiene. ¿Será su aire casual? ¿Sus ricitos rubios? ¿Sus gafillas de pasta? Oyoyoyoyoi…. Jajajajaaajajja

Por cierto que ha resucitado el mundo G, y gracias al cielo, han tenido a bien regalarnos a Belle y a mí sendo ejemplares de la publicación con ración doble de piruleta. El contenido me ha sorprendido, para qué nos vamos a engañar, y no precisamente para bien. Claro, que yo no soy quién ya para criticar ni mucho menos… por eso precisamente me fui, porque cambió el tono y las maneras a las que yo estaba acostumbrada. No me gustan las claras y patentes diferencias entre miembros que he visto bajo la editorial. Tampoco el tono de algunos artículos, y la abundancia de tacos en otros… pero, una vez más, yo no soy nadie… Entendedme bien, no les deseo mal, ni mucho menos, pero es mucho el tiempo y el esfuerzo que yo le dediqué en mi tiempo… y se siente nostalgia.

¿Qué más, qué más? Ayer se desveló un secreto, y me congratula el decir que lo sabía, que yo tenía razón. Ya lo dice Shakira, “las mujeres somos las de la intuición” y en mi caso es totalmente cierto. La verdad es que yo siempre he sido un poquillo bruja en este aspecto, pero hubo un tiempo en que no quise escuchar la pequeña voz que a veces me susurra las cosas… me agrada el poder comprobar que no sólo no ha muerto a causa de mi desdén, sino que ha vuelto con más fuerza que nunca. Tres veces me ha demostrado estar en lo cierto en esta semana…

PPerra está desconocida. Es todo amor y mesura (en la medida en que eso es posible en ella, mujer de carácter fuerte – y que conste que no es una crítica, pues se lo digo abiertamente-). Hoy ha tenido a bien invitarnos a repostería… Sí, sí, repostería. Algunas cosas son capaces de sacar su lado más tierno… y ayer le dio por hacer brownies. Estaban buenísimos, bien lo sabe Dios… muchas gracias, PPerra… ojalá te dure esta racha, y por cierto… ¿no habías dicho algo de un pastel de limón?

Me estoy convirtiendo en una profesional del powerpoint… llevo dos presentaciones hechas que son, y perdón por la falta de modestia, tremendas. Son para sendos trabajos de Comunicación y Dirección Comercial, y he de reconocer que estaba inspirada, con la de Freixenet especialmente (y eso que aún no le he puesto la música, como a la de Dodot)… estoy tan orgullosa que he decidido mostraros dos imágenes a modo de ejemplo… vosotros diréis si os gustan (si clicáis sobre ellas, se ampliará la imagen)…



Por cierto... ¡la Pandilla Pesadilla ha vuelto hacer de las suyas! y yo me pregunto... ¿cuándo lo dejarán?
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